En los últimos años, han aparecido nuevos modelos de familia que poco a poco han ido adquiriendo relevancia. Uno de ellos son las familias formadas por las madres solteras por elección. En este artículo os contaremos cuál es la situación actual de este modelo familiar y qué opciones ofrece la reproducción asistida a las mujeres que deciden afrontar la maternidad en solitario.
Madres sin pareja, ¿por qué es más común?
En la actualidad, las madres solteras por elección son las responsables de aproximadamente el 16% de los nacimientos que se consiguen mediante técnicas de reproducción asistida. A pesar de que la maternidad en solitario ha existido siempre (por ejemplo, mujeres que han criado a sus hijos solas por haberse quedado viudas) y de que también pueden recurrir a la adopción, las madres solas por elección mediante estas técnicas tienen cada vez más presencia en nuestra sociedad.
Se trata de mujeres que deciden de manera planificada ser madres aunque no tengan pareja. El perfil más habitual es el de mujeres de 35-40 años, con estudios superiores y solvencia económica. Muchas de ellas han retrasado la maternidad por haberle dado prioridad a su carrera profesional. No obstante, no todas las que se decantan por esta opción cumplen estas características, ya que es un grupo de pacientes poco uniforme.
Las causas de que este modelo de familia monoparental por elección sea cada vez más común se debe a varios factores. Por una parte, es gracias a los cambios sociales que le permiten a la mujer desarrollar una carrera profesional y ser más independiente, tanto económica como emocionalmente. Por otra parte, también se debe a la inestabilidad laboral y de las relaciones sentimentales que hay actualmente en la sociedad. Por último, la aparición de otros modelos de familia alternativos al tradicional también ha ayudado a que la maternidad en solitario por elección esté cada vez más aceptada socialmente. Todo esto hace que cada día más mujeres elijan este camino para ser madres.
¿Qué opciones ofrece la reproducción asistida para las madres sin pareja?
Todos los tratamientos de reproducción asistida a los que pueden acceder estas pacientes coinciden en que es necesario utilizar semen de un donante anónimo. En España, la Ley 14/2006, sobre técnicas de reproducción humana asistida, establece que la donación de gametos (espermatozoides y óvulos) debe ser anónima, por lo que no será posible conocer la identidad del donante ni el donante podrá saber quién ha utilizado su muestra. Tampoco podrá reclamar ningún derecho sobre el niño ni tendrá ninguna responsabilidad.
Los donantes de semen, antes de ser aceptados en los programas de donación, deben pasar estrictas pruebas médicas para asegurar que tienen una calidad seminal excelente y que no tienen ninguna enfermedad, tanto de transmisión sexual como genética. Además, únicamente podrán ser donantes los que presenten un buen estado de salud psicofísica. Por tanto, recurrir a estas muestras es un proceso totalmente seguro que no tiene por qué preocupar a las pacientes.
El tratamiento de reproducción asistida indicado en cada mujer dependerá de sus características médicas, por lo que será necesario realizar un estudio para evaluar su fertilidad antes de elegir el tratamiento. La técnica de elección en las mujeres jóvenes sin problemas de fertilidad será la inseminación artificial con semen de donante (IAD). Se trata de una técnica de baja complejidad en la que se introduce en la cavidad uterina de la paciente la muestra seminal procesada.
Si tras repetidos intentos de IAD no se consigue el embarazo, se detecta que existe algún problema que impida lograrlo mediante esta técnica o la paciente presenta edad avanzada, será necesario recurrir a la fecundación in vitro (FIV) con semen de donante. En este caso, se extraerán los óvulos de la paciente y la fecundación con los espermatozoides donados tendrá lugar en el laboratorio. Posteriormente, se transferirán a la cavidad uterina el embrión o embriones de mejor calidad para lograr la gestación.
Las pacientes que no puedan conseguir ser madres mediante las técnicas comentadas tendrán que recurrir a la ovodonación (FIV con doble donación) o a la adopción de embriones para lograr el embarazo.
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