7 razones para NO hacer una inseminación casera

Son muchas las parejas o mujeres solteras que consideran hacerse una inseminación artificial casera, sin embargo a continuación te exponemos una serie de razones  por las que no te recomendamos esta opción.

1. La inseminación casera es ilegal.

La denominada «inseminación casera» no deja de ser una «inseminación artificial», que como tal es una de las técnicas recogidas en el apartado A del Anexo de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida, y, por tanto, solo puede llevarse a cabo en centros autorizados y con la intervención de profesionales sanitarios. Además, la mayor parte del proceso se lleva a cabo en un centro de reproducción asistida obligado a cumplir la ley. La captación del donante de semen, la selección, los análisis y pruebas para descartar enfermedades infecciosas y genéticas, la congelación del semen y el transporte… todas estas actividades están reguladas por la ley y determinan por tanto sin ninguna duda que se trata de una inseminación artificial y por tanto debe cumplir la Ley 14/2006.

2. Es ilegal que un paciente compre semen directamente para una inseminación casera.

En España, el semen no puede ser «comprado» por los pacientes para su uso fuera de un centro de reproducción, ni siquiera seleccionado por ellos, de acuerdo con lo establecido en el art. 6.5 de la misma norma.

El semen congelado que se vende a las pacientes directamente, no está preparado para su uso de forma casera. En una inseminación natural, el semen eyaculado tiene una viscosidad aumentada durante los primeros 20 minutos para que se pueda adherir al moco cervical del cuello del útero y que los espermatozoides penetren en la cavidad uterina. Después de los 20 minutos el semen se hace menos viscoso y se pierde por la vagina. El semen que se vende para las inseminaciones caseras está preparado para su uso en un laboratorio. Ya está licuado y no es útil para una inseminación vaginal. Hay que procesarlo en el laboratorio para recuperar en medio de cultivo solo los espermatozoides móviles para realizar una inseminación intrauterina.

4. La inseminación casera vaginal con jeringa tiene una muy baja tasa de gestación.

Hay dos tipos de inseminaciones, las intrauterinas y las llamadas vaginales o cervicales. La inseminación intrauterina consiste en procesar las pajuelas de semen congelado e introducir con una cánula el semen en el útero atravesando el cuello. Los centros de reproducción asistida en la actualidad solo realizan inseminaciones intrauterinas porque tienen una tasa de gestación del 25-30%, muy superior a la inseminación cervical que ronda el 10%. Además, la inseminación cervical correctamente realizada requiere de un pequeño capuchón que retenga el semen de banco cerca del cuello del útero. Este capuchón que aumenta las posibilidades requiere que un profesional lo coloque. En la inseminación casera solo se usa una jeringa y el semen se deposita en vagina, no en el cuello. Por tanto, la inseminación casera tiene una tasa de embarazo inferior al 10%. Las pacientes que se realizan este tipo de técnicas en su mayoría acaban en centros de reproducción.

5. La inseminación casera no es más barata que una inseminación en un centro de reproducción.

Las pacientes son atraídas por webs en las que se dan muchos datos del donante y se puede escoger el donante que se desee. El precio del semen depende del donante, cuanto más exigente es la paciente, más caro es el semen (un estudiante universitario es más caro que uno que no lo es). Para intentar abaratar el coste, desde el banco se les aconseja que como lo suelen hacer mujeres solteras sin problemas de fertilidad, que no es necesario que compren el de mejor movilidad y acaban comprando el de peor calidad para que salga más barato.
En nuestro banco de semen, garantizamos una concentración mínima de 40 millones de espermatozoides móviles por mililitro. Aunque ofrecen varias calidades, las pajuelas que acaban comprando las pacientes para inseminación casera suelen ser las más baratas de 5 millones o de 10 millones. Esto hace que la tasa de embarazo sea menor y que necesiten realizar más inseminaciones para conseguir la gestación y por tanto al final sale más caro.

Las pacientes leen por internet que es más eficaz la inseminación intrauterina e intentan hacer las inseminaciones caseras de forma intrauterina. Esto es un gran error. El cuello del útero tiene un tapón mucoso que constituye una inmejorable barrera natural para impedir infecciones. Recordemos que el útero a través de la trompas, está en contacto con la cavidad intraperitoneal que contiene los intestinos. Si de forma casera se intenta atravesar el moco cervical para llegar al útero sin separar las paredes vaginales y sin utilizar material esterilizado pueden acabar produciendo una infección uterina y/o una peritonitis aguda. Cualquiera de estas complicaciones puede causar en el futuro esterilidad.

7. Puedes estar perdiendo el tiempo y el dinero.

En un centro de reproducción asistida, antes de realizar cualquier técnica, se realiza un pequeño estudio para asegurar que una inseminación artificial es el tratamiento adecuado. Estos estudios están especialmente indicados si la mujer tiene más de 35 años. Se hace una analítica de sangre para comprobar la reserva ovárica y una ecografía para descartar anomalías en el útero y los ovarios. Se comprueba la permeabilidad de las trompas, etc… Estos test son rápidos y baratos y garantizan que está indicada una inseminación y que no se va a invertir dinero sin garantías.
Como se puede ver, estamos en contra de este tipo de inseminaciones por todos los motivos expuestos. Pensamos que la posibilidad de hacerlo en casa de forma más cómoda y más íntima no compensa todos los inconvenientes que te hemos expuesto. Tu salud es lo primero, ¿necesitas asesoramiento?