¿Cómo se puede favorecer la implantación del embrión en el útero?

Uno de los puntos claves a la hora de conseguir el embarazo es la implantación del embrión en el útero materno. Existen muchos factores que influyen en este proceso. A continuación veremos algunos de ellos y cómo se puede favorecer.

¿Qué es la implantación embrionaria?

La implantación embrionaria es el proceso mediante el cual el embrión se adhiere al endometrio, la capa que recubre el interior de la cavidad uterina. Ocurre en los días 5-7 de desarrollo embrionario, cuando el embrión se encuentra en estadio de blastocisto.
Es un paso fundamental para lograr el embarazo, tanto si se concibe de manera natural como si se hace mediante técnicas de reproducción asistida. La diferencia entre ambas situaciones es que en estos tratamientos podemos controlar el desarrollo del endometrio para facilitar que ocurra la implantación.

¿Qué pueden hacer los especialistas?

Con la finalidad de favorecer la implantación, los profesionales que llevan tu tratamiento se centran en dos de los puntos más importantes a la hora de conseguir el embarazo: el endometrio y el embrión.
Por una parte, se considera que el endometrio está receptivo cuando se observa mediante ecografía que tiene un grosor de 7-10mm y es trilaminar (se diferencian tres capas). No obstante, hay que tener en cuenta que puede haber variaciones entre las pacientes y que se logre la gestación con un endometrio más fino, por ejemplo.
Para lograr que el endometrio se encuentre en estas condiciones óptimas, podemos recurrir a tratamientos de preparación endometrial. Éstos cobran especial relevancia cuando se trata de transferencias de embriones congelados o procedentes de ovodonación. La medicación administrada en cada caso dependerá del tipo de tratamiento y de las características clínicas de cada paciente, aunque siempre incluye progesterona.
Por otra parte, en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV), también será muy importante conseguir embriones de buena calidad, seleccionar el embrión con más posibilidades de implantar y que la transferencia embrionaria se realice en el momento adecuado.
Otro de los puntos fundamentales para conseguir que ocurra la implantación es que el endometrio y el embrión estén sincronizados. Esto significa que el desarrollo de ambos se encuentre coordinado. Por ejemplo, si se consigue un blastocisto (día 5-6 de desarrollo embrionario) de muy buena calidad y un endometrio receptivo, pero no coinciden temporalmente, la comunicación entre ambos no se dará correctamente y no habrá implantación. De hecho, uno de los motivos por los que se obtienen mejores tasas de embarazo con las transferencias en estadio de blastocisto es precisamente éste: existe una mejor sincronización embrión-endometrio.

¿Puedo hacer algo después de la transferencia para favorecer la implantación?

Una vez se han transferido los embriones al útero materno, se recomienda hacer vida normal sin realizar esfuerzos excesivos.
Además, mantener hábitos de vida saludables también puede ayudar a aumentar las probabilidades de éxito de tu tratamiento. Por ejemplo, se ha observado que en las pacientes que padecen obesidad o son fumadoras las tasas de embarazo son inferiores.
Otro factor que parece ser relevante de cara a conseguir una mejor tasa de implantación es mantener un buen estado de hidratación.
Tampoco hay que olvidar el factor psicológico: no obsesionarse con el embarazo hará más llevadera la espera hasta saber el resultado del test de embarazo, ya que no se trata de una etapa fácil del tratamiento. Rodearse de un equipo médico que nos transmita confianza y profesionalidad es esencial para sobrellevar estos días con tranquilidad.

¿Sabes alguna manera más de favorecer la implantación embrionaria o tienes dudas al respecto? ¡No dudes en dejarnos tu comentario!