Cuando estudiamos la fertilidad de la mujer, el estudio hormonal juega un importante papel. Determinar los valores hormonales nos pueden ayudar a diagnosticar muchas patologías.
Son cinco hormonas las que se tiene en cuenta principalmente:
FSH
La FSH es la llamada hormona folículo estimulante. Como su palabra dice, es una hormona encargada de estimular los ovarios para hacer madurar los folículos. Lo folículos ováricos son unas estructuras acuosas que dentro del ovario contienen cada uno un óvulo que va madurando mientras el folículo crece. La FSH es producida por una glándula llamada la hipófisis que se sitúa en la base del cráneo.
LH
La LH es la hormona luteinizante. Esta hormona también participa en el ciclo menstrual. Un pico de esta hormona (pico de LH) hace que se produzca la ovulación. También es producida por la hipófisis
Estradiol
El estradiol, a diferencia de las hormonas anteriores, se produce en las células que rodean al óvulo dentro del folículo. Los niveles de estradiol van aumentando a medida que avanza el ciclo menstrual
Hormona antimülleriana (AMH)
La hormona antimülleriana se utiliza para evaluar la reserva ovárica. Es producida por los folículos y es proporcional a la cantidad de óvulos que hay en el ovario. Tiene la ventaja respecto a las anteriores en que no varía a lo largo del ciclo y la podemos evaluar en cualquier momento.
Progesterona
Esta hormona se produce por lo que queda del folículo una vez se ha producido la ovulación, por lo que se llama cuerpo lúteo. Su función consiste en preparar el endometrio (capa interna del útero) para la implantación del embrión.
Existen otras hormonas también importantes como la prolactina, la TSH, la T4, la T3, la testosterona… que si están alteradas pueden influir en el correcto funcionamiento de las anteriores. El ginecólogo en cada caso determinará si es necesario ampliar el estudio hormonal.